:: El silencio que cura

10 de agosto de 2009




(Práctica en Plum Village)
Observamos un periodo de silencio profundo a partir del final de la meditación de la tarde hasta el final del desayuno del día siguiente. Este silencio cura. Dejamos que el silencio y la calma penetren en nosotros. Dejamos la energía y la plena consciencia de la sangha penetrar en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu. Nos retiramos a nuestra tienda o nuestro dormitorio lentamente, conscientes de cada paso. Respiramos profundamente y apreciamos la calma y el frescor. No hablamos a la persona de al lado, ella tiene también necesidad de nuestro apoyo. Podemos estar fuera con los árboles y las estrellas durante diez minutos y después de un recorrido por las estrellas vamos a acostarnos. Cuando estamos acostados, podemos practicar la relajación profunda hasta que el sueño llegue.

Por la mañana, nos levantamos en plena consciencia y en silencio nos tomamos el tiempo de respirar. Después de haber ido al baño, vamos directamente e la sala de meditación. No esperamos a nadie. Si nos encontramos a alguien en el camino juntamos las palmas de las manos y nos inclinamos, para dejarle apreciar la mañana como nosotros lo hacemos.

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